Negociando
A partir del momento en que nacemos empezamos a negociar. Damos y recibimos de acuerdo a la capacidad de negociación que se tenga, el tipo de relación, el grado de confianza, el contexto y las emociones que reinen entre los participantes. Quizás esa sea la razón por la cual es usual creer que no se necesitan adquirir conocimientos en la materia para lograr los resultados esperados. La realidad es que muchas veces no contamos con las técnicas adecuadas, subestimamos al adversario y no vemos el problema a resolver en su real dimensión (actual y futura), a partir de esto, no es raro encontrarnos con fracasos y frustraciones. La pregunta es qué debería hacerse para mejorar la performance y así obtener logros acordes a expectativas. Aquí le acerco algunos consejos. • Prepárese. Una negociación podría asimilarse a un combate entre partes que desean obtener beneficios de la misma. En forma proporcional a la importancia del problema a resolver o el beneficio buscado deberá considerar el prepar